sábado, 27 de enero de 2007

La madre Teresa de Calcuta

En el momento de su muerte, la Madre Teresa de Calcuta, ha dejado para nosotros, como ejemplo de humanismo cristiano, el testimonio de su servicio a Dios en los pobres. Porque el motor que movía la vida de esta monja, recién fallecida, era el amor más puro y espiritual. La Madre Teresa ha marcado con un camino de amor, la Historia Universal Contemporánea. De su ardiente caridad han quedado impregnados los caminos y las veredas que recorrió. Estelas de luz, son todos sus senderos.
Ella había descubierto la insondable ternura de Dios a los hombres y se sentía impulsada a amarlo en los hombres.
El corazón de Madre Teresa estaba siempre abierto a la voluntad de su Creador, de donde le llegaban la fortaleza y la paz más profunda; y también su vida, estaba abierta a las carencias materiales y espirituales de los más pobres. En su sensibilidad, ella fue enriquecida con el más puro amor, clave de la felicidad que busca todo hombre; porque no se puede vivir sin sentirse amado, como tampoco se hace daño a aquello que se ama. Y de ese amor nace la paciencia para con el violento, la generosidad para con el necesitado y la solidaridad con los de cerca y los de lejos.
Ella aprendió de Dios, que quiso compartir su Vida con la nuestra, viviendo nuestra propia vida para que nosotros pudiéramos participar de la Suya. Por eso se enriqueció con los dones de Dios, para paliar tanta carencia humana.
Ahora que le han llegado las exaltaciones y los homenajes a la Madre Teresa, debe ser para nosotros el momento de las renovaciones del corazón, tratando de ser como ella. La imitación de su vida, es el mejor homenaje que le podemos hacer.
Sin duda, la vida de esta Madre espiritual, estará siempre invitando a los cristianos a la santidad. Y no debe ser tan difícil ser Santo, pues ella nos dice desde su "pensamiento espiritual": "La santidad no consiste en llevar a cabo cosas extraordinarias. Consiste en aceptar y seguir la voluntad de Dios". Ahora bien, ¿cual es la voluntad de Dios? Sin duda, que seamos santos como El. Y si El nos quiere santos, sin duda nos dará lo que necesitemos para serlo.
La Madre Teresa de Calcuta nos ha dejado además de una vida ejemplar para toda persona humana, un testamento entrañable en su pensamiento espiritual, en el que nos invita a ser generosos, que yo creo es por donde debemos empezar, si queremos llegar a metas más altas como ella.
¡¡Honor a ti, Teresa de Calcuta!!