domingo, 28 de enero de 2007

La ruta de las Alpujarras

Nace en Granada y muere en Almería. Discurre desde el Pórtico de las Alpujarras, que está colocado a las mismas puertas de Lanjarón, pueblo que acoge al Balneario de su nombre, de aguas terapéuticas minero-medicinales, y corta en dos la Alpujarra granadina. Es una ruta ascendente hasta Trevélez, el pueblo mas elevado de España, desde donde se ve la cumbre del Mulhacén y la nieve de la Sierra de Granada, y donde la carretera empieza a descender, camino del Mediterráneo, hasta Almería. Se dice que el nombre de Trevélez le viene a este pueblo, porque fueron las familias de tres hermanos con apellido Vélez los que lo habitaron.
Es de suponer que los hermanos Vélez ya descubrirían las excelencias de aquel lugar para la cura de jamones, pues en la actualidad Trevélez tiene acreditada fama por el buen jamón que sale de sus excelentes curaderas, principal atracción para los gastrónomos.
En las Alpujarras se asientan cuarenta y ocho pueblos, cuarenta corresponden a la Alpujarra granadina y ocho a la almeriense. En todo el territorio, la reina es la montaña, sucediéndose en todo el recorrido, lomas, bancales, barrancos y quebradas. Se descubre la impresionante altura de las cimas, y los abismos por donde se despeñan las aguas de los ríos.
Me sorprendió sobremanera, que en la Alpujarra granadina hubiera una presencia histórica gallega, que data del final de la Reconquista, cuando Los Reyes Católicos expulsaron a los moros y pidieron repobladores que habitaran aquellas tierras.
Allí acudieron familias gallegas que arraigaron hondamente en aquella comarca, siendo hoy un injerto en la cultura granadina.
He conocido pueblos, cuyos nombres están en la raíz del dialecto que habló Rosalía de Castro, como son Capileira, Campaneira e Ilandeira; como también el río Pagueira. Así mismo pude conocer y hablar con personas, descendientes de aquellos gallegos que bajaron a cultivar la tierra alpujarreña, cuyos apellidos revelaban su origen del Noroeste de España, como son las provincias de Pontevedra y Orense, de donde procedían los afiladores que recoman los pueblos de España.
En Capileira visité el museo de Pedro A. de Alarcón en que pude contemplar un carro de afilador de la tierra gallega, de los que las personas mayores conocimos hace cincuenta años.
En la ruta de la Alpujarra granadina está el pueblo donde nació aquel niño que llevaron los monjes tibetanos para hacerlo Lama suyo. También se encuentra en la comarca la aldea cuna del ya famoso cantante Carlos Cano.
En toda esta ruta alta de la Alpujarra de Granada, todos los pueblos muestran una gran peculiaridad que los caracteriza. Allí las casas no están cubiertas por tejados, sino por terrados. Se trata de una tierra de pizarra o pizarra molida, muy abundante por aquellos parajes, que al humedecerla con agua se convierte en una masa impermeable, por donde no pasa el agua de la lluvia. Así pues, en aquella comarca no se ve tejados, sino terrados grises, planos y horizontales.
Tierra aquella, con mucha historia y famosa por su artesanía, especialmente la cerámica de gran calidad que sobresale por su primorosa ornamentación con motivos árabes, verdadero legado de Al-Andalus. También hay manos artesanas que trabajan con esmero la mimbre y el junco.
Cuenta la Historia que en aquella zona, en concreto en Lanjarón existía un poblamiento árabe desde el siglo Xll, así como un castillo en el distrito de Ferreira. En el siglo XV es citado este pueblo como una alquería de la alpujarra que fue conquistada por Muhammad Xll en 1489.
Hoy el castillo sólo presenta sus ruinas encaramadas en un pináculo impresionante, dando testimonio de que pasó por aquel lugar un destacado jefe musulmán.