sábado, 27 de enero de 2007

Memorias de la rosa

Es el título del libro que escribiera Consuelo de Saint - Exupéry en el año 1946, y que fue publicado cincuenta años después.
Consuelo Sucin, era una joven salvadoreña, viuda de Gómez Carrillo, que conoció en el año 1930 en Buenos Aires al famoso aviador francés, con el que se casó en 1931, llegando a ser el amor de su vida. Ella fue la que inspiró a su marido la creación de El Principito, y que está palpitando en cada una de las palabras de ese libro infantil, recordando la rosa, cuyo cariño quitaba el sueño al niño protagonista.
Desde el primer momento de su unión matrimonial, comenzó en su vida una historia de amor apasionante y borrascosa, como ella nos cuenta en sus "Memorias". Consuelo, es la "rosa" del pequeño príncipe, mujer que inspiró este símbolo al escritor francés, así como el remordimiento del autor por haber tratado tan injustamente a aquella flor impresionante.
Toda su vida estuvo asentada en un amor apasionado, a pesar de incontables separaciones, reencuentros, infidelidades y reconciliaciones. Una historia desenfrenada de amor que revela toda su grandeza, pero también su debilidad humana.
Se casan en Agay, un año después de conocerse, en el que Consuelo tendrá tiempo para imaginar cómo había de ser la esposa de aquél impulsivo aviador y voluble escritor en ciernes." Un matrimonio repleto de mudanzas y viajes, en el que la mujer deberá adaptarse siempre a la caprichosa e imprevisible voluntad de "Tonio". Un hombre que le pide que sea su esposa, pero que lo hace temblando y llorando; un egoísta que no se resigna a perderla; que la obliga a permanecer junto a él, mientras la está arrojando de su lado y que, finalmente la empuja a abandonar París, para a continuación seguirla con su avioneta, con la que acaba estrellándose en gravísimo accidente en las costas de Guatemala.
"Fueron quince azarosos años de matrimonio, en los que la profesión del piloto, la bohemia del éxito como artista y sus incontables amantes los distanciaron. Sin embargo, a pesar de noches enteras de espera, huidas febriles y crisis nerviosas, Antoine y Consuelo lograron vivir pequeños momentos de felicidad absoluta".
Consuelo y "Tonio" eran dos grandes personalidades que se peleaban mucho en la convivencia, pero que no soportaban la separación; dos corazones que se amaban apasionadamente y a la vez se rechazaban.
Consuelo es la "rosa" de El Principito, la mujer que inspiró este símbolo al autor, así como su remordimiento por haber tratado tan injustamente a esa flor orgullosa e impresionante.