sábado, 27 de enero de 2007

Palabra y música por el tercer mundo

Estuve en el teatro de Caja Duero. Allí tuvo lugar la tarde-noche del viernes, un interesante concierto por el Tercer Mundo. Lo organizó la Delegación de Manos Unidas de Salamanca y fue protagonizado por la Orquesta de Pulso y Púa "Tomás Bretón". Esta nos ofreció numerosas obras de otros tantos prestigiosos compositores como Mozart, Bretón, Albeniz, etc.
El concierto estuvo complementado por la palabra de un grupo de poetas, que se nos ofreció, en la voz profunda y vibrante, tan aplaudida ya en nuestras salas culturales, del gran rapsoda José María Sánchez Terrones.
El concierto alcanzó un alto nivel cultural y artístico, y fue muy aplaudido tanto en su parte musical como en la poética.
Sin duda, fue un acto edificante, e hizo presente ante la audiencia, la realidad conmovedora, de ese paupérrimo mundo que a todos nos interpela. Un acto más, que se celebra, para que nos sensibilicemos de que realmente hay hambre en muchos países, y tanta, que faltan los alimentos más indispensables para poder subsistir.
Poemas fuertes e inquietantes, denunciaban esa realidad, dejando ver la situación de los que no cuentan para nadie; que son los últimos; los que se desmoronan sin fuerzas por el camino; los poseedores de la pobreza, y de la debilidad, y de la indefensión. De aquellos a los que no se escucha, ni se ama, ni aun se recuerda.
El ambiente, el clima cultural, la palabra y la música que escuchamos, era la mejor invitación a la solidaridad con todos esos que van cargados de miserias por la vida; una llamada a abrir nuestra mente y nuestro corazón, a los que a fuerza de sufrir carencias, no encuentran sentido alguno a su vida.
Era una reflexión que yo me hacía, y que despertaba en mí varios interrogantes. Intentemos dar respuesta colaborando en la medida de nuestras posibilidades con Manos Unidas, para llegar a erradicar tanta hambre corporal y espiritual y tanta injusticia.