domingo, 28 de enero de 2007

Salamanca, 23-12-96

Sr. Don Fructuoso Mangas.
Querido Fructuoso:
Entre los amigos, nunca estará de más el compartir las cosas de nuestra vida. Todas esas que llenan el misterio que nos envuelve. Y son tantas, las que nos empujan, o nos frenan, o nos interpelan, o nos alegran, o nos entristecen ...,que se pierde uno en medio de ellas.
Pero algunas aparecen con más relieve ante nuestros ojos, y nos impactan más, como ha sido el paso de tu madre, de la prueba de esta vida al gozo del amor de Dios.
Y yo quiero dedicarte un pequeño tiempo de esta preciosa Noche Buena, para hablar contigo, pues ya he hablado con Dios de tu madre.
¡A qué reflexiones mas hondas le lleva a uno la vida, ya que caminamos entre luz y sombras, lo grande y lo pequeño, el egoísmo y la generosidad, entre el cielo y la tierra ..., en definitiva entre el bien y el mal!.
Te envío el Villancico 96. Me lo ha dictado mi fe en ese Niño que se nos ha dado en este día. En este día temporal nuestro, que se encuentra dentro del día eterno de Dios.
Quiero entender que El, siendo el amor puro y total, viene a llenar mi vida, para que yo pueda vivir en la alegría . ¡Y que yo pueda tener un corazón de amor para todos los hombres!.
Partiendo de ahí, creo que todo resulta más sencillo, aunque sea costoso. No sé por qué te digo todo esto, en este día de Navidad. Sin duda porque creo que ella es acogida para mí, y viene para que acoja todo lo que se me da de parte Dios, bueno o malo . Porque, ¿ qué es bueno, o qué es malo para mí?. Yo no lo sé. Quizá sí lo sepa: lo bueno para mí creo que es el bien de todos.
Creo que me estoy pasando al hablar insistentemente de mí, porque dejo así constancia de mi egoísmo.
Tal vez te estoy cansando: perdona. Aún así me atrevo a pedirte que reces por mí a por los míos. Yo procuraré corresponder contigo.
Querido Fructuoso, he querido pasar un rato contigo, y sólo lo he conseguido, dándole vueltas a mi pensamiento.
Yo sé muy poco, aunque creo que he experimentado el sufrimiento de este peregrinar humano, por eso cuando hablo de cosas de la vida, lo hago desde mi pobre experiencia.
¡Feliz Navidad!.Un abrazo muy fuerte en el Señor.