sábado, 27 de enero de 2007

Sociología de los mayores

Hablando de Sociología, diremos que ella tiene su raíz en la propia persona que, desde su nacimiento está llamada a vivir en sociedad. Por eso, la Sociología es la ciencia que trata de las relaciones sociales, acompañando a cada ser humano a lo largo de su propia vida. Ella estudia a cada persona en el colectivo en el que esté integrada: infancia, juventud, o adultez; ya sea soltera, casada o viuda.
Entre las diferentes áreas sociales se encuentra la sociología de los mayores. La vida se está alargando en los últimos tiempos, mostrando este colectivo un gran relieve y despertando mucho interés entre los sociólogos estudiosos.
Y, ¿ por qué una sociología de los mayores, y el interés por conocer los aspectos sociales y psicológicos de esta etapa de la vida?
Hace no muchos años, el porcentaje de mayores en la sociedad, era escaso/con relación al que muestran en el día de hoy las preocupaciones de la ciencia social. En la actualidad la sociedad se encuentra con un colectivo tan importante, que no puede eludir su identidad y sus problemas.
La psicología del desarrollo entendía que en la juventud era cuando se completaba la maduración de la persona y que a partir de aquí comenzaba un período de declive motivado por el deterioro biológico. Al propio tiempo, enseñaba que a medida que avanzaba la edad en las personas mayores, se notaba una cierta desvinculación de la sociedad, por la reducción de la actividad humana con los años....
Sin embargo era una teoría del desarrollo equivocada, pues está demostrado que una actividad adecuada en la persona mayor, es lo idóneo para mantenerse en constante renovación, mientras madura mental y espiritualmente.
De entre los distintos grupos sociales, la familia es uno de más indicados para estudiar su relación social, por la variedad de personas que la integran. En ella se presentan como en un libro abierto los diversos valores que la enriquecen. Y se pone en acción la psicología del padre, la de la madre, así como la de los hijos e hijas desde sus distintas edades.
Se me ocurre imaginarme una familia integrada por madre viuda y dos hijos, uno de ellos subnormal. Es una situación bastante difícil para la convivencia. Hace falta una gran fortaleza de espíritu por parte de la madre y mucha comprensión del hijo normal hacia las otras dos personas. En todo caso, la madre, a la que se le presenta una vida complicada, tiene que ser el aglutinador de la familia. Cuando los hijos sean pequeños, tal vez se vea obligada a hacer trabajos en casa que le permitan vivir, mientras cuida a sus hijos, tal vez con la ayuda de la Seguridad Social, hasta que el hijo normal llegue a la edad de trabajar para ayudar a la madre en el sostenimiento de la casa. En todo caso la madre tendrá que elaborar grandes dosis de ternura y de amor para mantener a sus dos retoños felices a su lado.